¿Te das cuenta de que las cosas que dices nunca tienen sentido? Nos podemos sentar aquí y reír, pero no sabemos el problema. Hemos estado hablando un rato y me parece que cada vez que sonríes las luces se hacen más fuertes, pero no queman demasiado fuerte y no se quedarán por mucho tiempo y se volverán a ir. Cuando no hay nada que perder dices que te sientes mal. No quiero sentir lástima por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario